Por Salvador COSÍO GAONA
HOUSTON RESOLVIÓ EL PROBLEMA, Y ES CAMPEÓN
Un cuadrangular de Yordan Álvarez con dos hombres por delante en la sexta entrada logró dar la voltereta en los cartones y encaminar al triunfo a Astros de Houston que con una anotación más de Alex Bregman en el mismo rollo puso la cuenta en 4-1 sentenciando el juego y firmando el segundo título para la novena dirigida por Dusty Baker, a quien el Béisbol le ha hecho justicia al obtener su primer título del Clásico de Otoño después de una extraordinaria labor al frente de los Astros a quienes logró cambiarles el rostro y perfilarlos como un conjunto poderoso en todas sus líneas que llegó a esta Serie Mundial como favorito y no falló, aún cuando los Phillies de Filadelfia se catapultaron como un equipo resilente que vendió cara la derrota.
De esta forma, los Astros de Houston impidieron llegar a un séptimo juego dejando la serie en seis cotejos habiendo ganado cuatro de ellos para así obtener su segundo título dentro de la Major League Baseball (MLB), tras el conseguido en el 2017, y de hecho alcanzan a los Phillies en número de cetros, el último de ellos, conseguido en el 2008.
El Minute Maid Park de Houston fue el sábado el escenario ideal para enmarcar la coronación como campeones de los Astros, siendo que desde hace una década un equipo local no había conseguido campeonar en su propia casa y han sido los houstonianos quienes han podido romper esa negativa racha.
En el camino a la conquista del título los Astros de Houston siempre lucieron favoritos para ganar el gallardete de la moderna liga y llegar a la Serie Mundial, pero no les fue nada sencillo dar cuenta de la tropa de Filadelfia, esa a la que pocos auguraban llegase tan lejos.
Por ello hay que dejar muy claro, los Phillies perdieron con la frente en alto jugando al tú por tú contra el indudable favorito, ya que en tanto Astros fue sin duda el mejor conjunto de la Liga Americana en la agenda ordinaria del torneo, ganando fácilmente su División Oeste, dejando después en la postemporada en el camino sin mayor problema a quienes fueron sus rivales en las distintas etapas de los playoffs, incluyendo la humillante barrida a los orgullosos Yankees de Nueva York, que podría haber sido la novena más complicada en su camino hacia el clásico de otoño, todo fue más o menos sencillo para los texanos hasta que se toparon con un rival que jugó bastante bien y dio una formidable pelea, al grado que no era nada sorprendente que hubiesen podido empatar la serie ganando el sexto juego para llegar a la última instancia, ya que incluso iniciaron desplegando muy buen beisbol y lograron ponerse en ventaja en la sexta entrada.
Habrá que recordar que con la ventaja de iniciar y sellar en casa por ser el equipo con mejor posicionamiento previo, Houston cayó sorpresivamente el primer encuentro ante su público, perdiendo en la parte final del juego una ventaja clara de 5 carreras, ya que Phillies sacó la casta y les dio la vuelta, más los pupilos del señero y colmilludo Baker supieron encallarse, y aunque no fácilmente, encontraron el triunfo en el segundo juego de la serie ante la algarabía de su afición, cuyo apoyo fue sin duda fundamental.
Pero Phillies sorprendió volviendo a ganar en su casa el Citizens Bank Park de Filadelfia humillando a los Astros con blanqueada -único juego en el que tuvo ocasión de participar el paisano José Urquidy, quien entró a relevar y lució formidable colgando tres argollas, demostrando que no fue un acierto de Dusty Baker haberlo relegado de la rotación de abridores y enviarlo al bulpén-; pero Astros supo hacer las cosas, y aunque sin lucir demasiado poderoso a la ofensiva, con excelente defensiva y un sólido pitcheo bien equilibrado entre la labor de los aperturistas y los relevos, salvo las ocasiones en que cayeron, en las victorias jugaron por nota. Las tres victorias hiladas de Astros mostraron que, en efecto, era línea a línea más sólido que Phillies, pero es merecido reconocer el esfuerzo y buen béisbol de los de Filadelfia.
Y en este mismo camino de los estelares hay que reconocer la labor de Dusty Baker, quien tras haber perdido las series finales de las Grandes Ligas en 2002 con los Giants y el año pasado con los Astros, finalmente ha podido alzar el trofeo de campeón.
El nativo de Riverside, California, quien fue parte del roster de Dodgers de Los Ángeles que conquistó la Serie Mundial de 1981, ganó su primer título como dirigente en su temporada número 25 y 29 años después que debutó en el rol, con los Gigantes de San Francisco en 1993.
Pero ha sido veinte años después, en su tercer viaje a un Clásico de Otoño, que Baker ha encontrado el campeonato que se le había escapado tras un cuarto de siglo como piloto en las mayores.
El contrato de Baker, de 73 años de edad, expiró ayer con el último out del juego y ya veremos que sigue para él, quien este sábado dio un paso fundamental para adentrarse al Salón de la Fama de la MLB.
Por otro lado, hay que destacar que al menos un mexicano, el mazatleco José Urquidy, quien suma ya cuatro temporadas con los Astros y ha participado en tres Series Mundiales con este equipo (2019, 2021 y 2022), fue un pilar importante durante toda la campaña y fundamental en la conquista del título de la Liga Americana,y de alguna manera en el triunfo en la serie mundial.
El tirabolas sinaloense incrustó su nombre entre los mexicanos -nacidos en México y otros que vieron la primera luz en Estados Unidos, pero que cuentan con ascendencia mexicana- que han conquistado con sus equipos el Clásico de Otoño, siendo la lista de ya casi de 20 compatriotas que han tenido oportunidad de coronarse en las Ligas Mayores. De hecho, Urquidy ha empatado con Julio Urías el récord de jugar tres series mundiales habiendo ganado una; en tanto el récord más importante es el que ostenta Sergio Romo como el único mexicano con tres anillos de serie mundial.
Hemos pues disfrutado un buen festín beisbolero a pesar que para muchos aficionados mexicanos hubo la desilusión de la eliminación temprana de Dodgers de Los Ángeles, pero queda un buen sabor de boca por lo que pudieron ofrecer Astros y Phillies.
Finalmente, hay que reconocer los logros alcanzados en la temporada que culmina por otros mexicanos, pues debe ser motivo de celebración el guante de oro que este año ganaron a pulso Ramón Urías, tercera base con Orioles de Baltimore, y Alejandro Treviño, catcher con Yankees de Nueva York, quienes también han puesto el nombre de México en alto en La Gran Carpa.
@salvadorcosio1