Redacción/Puro Beisbol
La respuesta es caballero de esta fotografía: Ramón ‘El Diablo’ Montoya.
Fue la gran estrella de los Diablos Rojos del México entre 1961 y 1983, cuando causaba furor estrellándose contra la barda de concreto del Parque del Seguro Social y sacando a casi todos los corredores en las bases, incluso poniendo la pelota de lleno en home desde lo más profundo del jardín central.
Nacido un 8 de diciembre de 1940 en Mexicali, Montoya fue un gran ídolo porque además era un gran bateador y jugaba muy agresivo en las bases, de tal forma que fue un líder para el único campeonato de los Algodoneros de Guasave en la LMP (1971-72).
«Para mi no hay otra forma de jugar al beisbol y eso le transmito aquí a los muchachos», me dijo El Diablo Montoya en el año 2015, cuando era instructor de los Diablos Rojos en la Academia en Oaxaca.
En 1964, Montoya fue firmado por los Gigantes de San Francisco y estuvo con El Paso en Doble A, donde bateó para .300 en 62 juegos, con 17 dobletes, un triple y un jonrón.
Pero igual que Héctor Espino –curiosamente el mismo año–, Ramón ya no volvió a Estados Unidos.
En 1968, los arrogantes Yankees de Nueva York llegaron a México para enfrentar en juego de exhibición a los Diablos Rojos, quienes ganaron 5-3 con juego completo y 11 ponches de Ramón Arano –Mickey Mantle se llevó dos-, mientras El Diablo Montoya montó su espectáculo en el outfield y aparte bateó de 4-3 con 3 anotadas.
Montoya se retiró en 1983 y le cedió la estafeta en el jardín a un novato que se convertiría en gran estrella: Daniel Fernández.
Luego fue manager campeón con los Venados de Mazatlán al derrotar en la final al equipo de su tierra: Mexicali (1992-93).
Montoya falleció el 24 de enero de 2018 a los 78 años de edad.
Descanse en paz 🙏
