Recordando a una gran leyenda
Por Fermando Ballesteros
En este mes se cumplen 55 años de su debut en Grandes Ligas y el próximo viernes 22 años de su muerte.
Se trata de Aurelio Rodríguez, quien jugó 17 temporadas en MLB y tenía el record para peloteros mexicanos hasta que Óliver Pérez lo superó en el año 2020.
¿Pero qué tan bueno fue el nativo de Cananea, Sonora?
Aurelio fue quien terminó la seguidilla de 16 Guantes de Oro del tercera base Brooks Robinson (1960-1975), cuando se lo arrebató en 1976 como antesalista de los Tigres de Detroit
Y no solo fue ganárselo a Robinson, sino a estrellas en ciernes como George Brett, Craig Nettles, Sal Bando y Buddy Bell.
En 1979, el manager de los Tigres de Detroit era el legendario Sparky Anderson, quien expresó:
“Probablemente tenía las mejores manos que nadie, y un gran brazo. Los únicos dos brazos que he visto como éste son el de Travis Fryman y él. Este individuo era un gran tercera base”.
CERCA DEL ANILLO
Aunque no se distinguió por una gran ofensiva, Aurelio pegó 19 jonrones en 1970 para romper el record de un mexicano en MLB (Beto Ávila, 15 en 1954).
‘El Bato’, como llamaban a Rodríguez los peloteros y sus amigos cercanos, también estuvo en la Serie Mundial de 1981 con los Yankees de Nueva York, la cual perdieron contra los Dodgers y Fernando Valenzuela.
Aurelio se fue de 12-5 y jugó una gran defensiva.

IMPACTO
El antesalista también brilló en la LMP con Cañeros de Los Mochis, donde se casó.
Lamentablemente murió el 23 de septiembre del año 2000, cuando fue atropellado por una anciana, quien sufrió un ataque epiléptico en el momento que Rodriguez caminaba por una banqueta.
Una hora antes, Aurelio había comido en el restaurante El Rancho y se paró cuando caminaba por una calle de Detroit, luego de que unos fanáticos lo reconocieron y le pidieron autógrafos.
FUNERAL
Como dato asombroso, cuando el cuerpo de Aurelio fue llevado hasta su tumba detrás de la barda del Estadio ‘Emilio Ibarra Almada’ –un panteón contiguo a la casa de los Cañeros–, las personas que bajaban el féretro encontraron una pelota de beisbol justo donde se hizo la excavación.