Redacción/Puro Beisbol
En la Serie Mundial de 1905, Christy Mathewson tuvo record de 3-0 y 0.00 de ERA en 27 innings, es decir, tres blanqueadas contra los Atléticos de Filadelfia para llevar al título a los Gigantes de Nueva York en solo cinco encuentros.
Ese año había ganado la Triple Corona de Pitcheo de la Liga Nacional con 31-9, 1.28 de ERA y 205 ponches.
Entre 1903 y 1905, Mathewson obtuvo al menos 30 victorias en cada una y en 1908 volvió a ganar la Triple Corona con 37-11, 1.43 de efectividad y 259 K.
Fue de los creadores del screwball en 1900 y su recta era endemoniada, a tal grado que en Nueva York había un dicho: «No hay nada peor en la vida que pararte a batear contra Christy Mathewson».
Curiosamente, a principios de su carrera, los Gigantes se habían arrepentido de haberlo firmado en 1899, cuando terminó la universidad y jugando ya para el Norfolk en la Liga de Carolina del Norte, tuvo record de 20-2.
Nueva York compró su contrato en mil 500 dólares, pero en su debut en Grandes Ligas tuvo record de 0-3 y 5.08, lo cual ocasionó que lo regresaran a Norfolk y hasta exigieron de vuelta el dinero.
Los Rojos de Cincinnati lo reclamaron a través de un Draft, pero en diciembre de ese mismo año 1900, lo cambiaron de nuevo a los Gigantes por el pitcher y jardinero, Amos Rusie.
Mathewson, quien nunca lanzaba los domingos debido a su religión cristiana, terminó su carrera en 1916 con Cincinnati y finalizó con 373-188 y 2.12 de ERA en 17 años.

En 1918 ingresó al ejército estadounidense y estuvo expuesto accidentalmente a las armas químicas, lo cual debilitó su sistema respiratorio y contrajo tuberculosis, de tal forma que falleció en 1925 a los 45 años de edad.
Christy ingresó al Salón de la Fama de Cooperstown en 1936 dentro de la lista de los primeros cinco inmortales.
¿Los otros? Walter Johnson, Ty Cobb, Honus Wagner y Babe Ruth.