Por Fernando Ballesteros
¿Qué famoso personaje mexicano invadió EU para competirle a las Grandes Ligas a base de dinero.
Al estilo Pancho Villa –solo que en el beisbol–, el poderoso empresario, Jorge Pasquel, no se midió y puso a temblar la industria del beisbol estadounidense en la década de los 40’s, tanto así que eso influyó para que MLB le abriera las puertas a los peloteros negros en 1947 con la llegada de Jackie Robinson.
Pasquel, nacido un 22 de abril de 1907 en Veracruz, era fanático del beisbol desde niño y mientras buscaba ingresar al negocio de la pelota con su hermano Bernardo, se casó con Ernestina, la hija del Presidente de México, Plutarco Elías Calles.
Para 1940, Pasquel ya era un multimillonario aduanero y compró a los Azules del Veracruz en la Liga Mexicana y los hizo tres veces campeones, donde llegó a ser manager en dos años como parte de sus excentridades.
También compró el parque Delta de la Ciudad de México para no pagar renta y tenía tanto dinero que decidió declararle la guerra a Estados Unidos al comenzar a firmar peloteros activos de MLB y de las Ligas Negras para que jugaran en la LMB.
Así se trajo a figuras de raza negra como Monte Irvin (un excepcional jardinero), Joshua Gibson (uno de los más grandes jonroneros de la historia del beisbol), así como al gran tercera base Ray Dandridge.
En 1943, la economía estadounidense había decaido por la Guerra y entonces Pasquel les envió un cheque en blanco a Ted Williams y Joe DiMaggio para que vinieran a jugar a México, pero lo batearon.
No se dio por vencido y se trajo a grandesligas importantes como el gran pitcher Max Lanier y a Lou Klein, de los Cafés de San Luis.
Pasquel también contrató a Mickey Owen y a Héctor Rodríguez Olmo, de los Dodgers; a George Hausmann, de los Gigantes, Vernon Stephens y Ray Hayworth, de los Cafés de San Luis, y a Sal Maglie, quien luego ganaría 23 juegos en una temporada de MLB y antes fue seducido por tres años y 39 mil dólares del magnate veracruzano, cuando en Grandes Ligas ganaba 6 mil dólares al año (Jorge ademas les ofrecía bonos de 5 mil dólares, con todos los demas gastos pagados para el pelotero y la esposa).
Los equipos de Grandes Ligas se reunieron urgentemente con el Comisionado Happy Chadler para ver cómo contraatacar a un «loco mexicano», quien para entonces ya se había divorciado de su esposa y estrenaba romance con la diva del cine mexicano, María Félix.

PASQUEL SE llegó a casar con la famosa actriz, María Félix.
Así MLB le envió una advertencia a todos sus peloteros de un castigo de 5 años si decídían emigrar a la Liga Mexicana, aparte de anunciarles a los que ya tenían tiempo jugando en nuestro país que si no se regresaban a EU los expulsarían de por vida.
Además los norteamericanos enviaron personal para investigar cómo operaba el beisbol en México por sus regiones y encontraron que había una liga en el norte llamada Liga Nacional –donde participaban Ciudad Juárez, Torreón, Saltillo, entre otros–, a la cual MLB decidió darle su afiliación para que se reactivara y quitarle fuerzas a Jorge Pasquel, pero no pudieron con él y desapareció muy rápido.
Pasquel también se trajo a peloteros cubanos de prosapia como Martin Dihigo, Adolfo Luque y Lazaro Salazar, con quien hizo una gran mancuerna para los Azules de Veracruz.
Sin embargo, en la LMB tampoco ya no hubo quien le compitiera a Pasquel porque encareció la Liga y para 1947 se terminó jugando con cuatro equipos en el Parque Delta hasta que el empresario comenzó a alejarse del beisbol al ver como los demas clubes decidieron reducir los salarios y el nivel de pelota, todo lo contrario a lo que él buscaba.
El 7 de mayo de 1955, Jorge Pasquel falleció trágicamente al estrellarse en el avión de su propiedad en el municipio de Ciudad Valles, donde fallecieron otras seis personas y se convirtio en una noticia nacional.
BABE RUTH TAMPOCO SE RESISTIÓ AL BILLETE
De niño, el ídolo de Jorge Pasquel era Babe Ruth, a quien buscó sacar del retiro en 1941 y El Bambino ya no podía jugar, pero le prometió visitarlo y así fue como en 1946 lo trajo a México con todos los lujos habidos y por haber.
El Parque Delta era la catedral del beisbol y se llenaba desde antes de iniciar cada jornada, lo cual aprovechó Jorge Pasquel con la presencia de Babe Ruth en las tribunas para decirle antes de arrancar el juego: “Quisiera verte sacar unas pelotas en éste, mi parque Delta, amigo Babe. Sé que no has perdido tu poder, puedes batear”.
Ruth se rio y ambos bajaron enseguida al terreno de juego, donde el el manager de los Azules, Ernesto Carmona, llamó a Ramón Bragaña, uno de los mejores pitchers cubanos de la historia.
Ruth se quitó el saco y le preguntaron cuál bate quería.
“¡El más pesado! ¡El más pesado!”, exclamó.
Sin embargo, Bragaña se tomó muy en serio su papel y le empezó a tirar sus mejores lanzamientos para hacerlo ver muy mal, lo cual enfureció a Pasquel y le dio una señal a Carmona para que lo sacara.
“Tu misión aquí es ponerle la pelota para que Babe Ruth la saque», le fue a decir el dirigente, con quien Bragaña estuvo cerca de irse a los golpes y al darle la bola le dijo: «Nunca le he puesto la pelota a nadie. El que se para ahí tiene que ingeniárselas para conectarme». (Bien, pero Ruth era un viejo de 51 años y con 11 sin tomar una práctica).
Entonces, Pasquel mandó llamar a Alberto Romo, un gran lanzador mexicano en el último año de su retiro y quien entendió el mensaje de pasarle la bola al célebre jonronero.
Así conectó seis de siete pitcheos, uno detrás de la barda que enloqueció a la fanaticada y sobre todo puso muy feliz al dueño de los bates, las pelotas y del beisbol mexicano de esa época gloriosa: Jorge Pasquel.