Prensa Generales (Nota y fotos: José Manuel García)
DURANGO (www.generales.mx) .- Jay Haros, nativo de Guadalupe Victoria, tuvo un debut sensacional con Generales, en un juego que se decidió de manera dramática.
Javier Salazar conectó un doblete en el fondo del noveno episodio y coronó un racimo de cuatro carreras, con el que los Generales de casa vencieron 6-5 a Guerreros de Oaxaca.
Fue la primera serie ganada en casas y la segunda de la temporada.
Fue un duelo atípico en El Cuartel. Apenas había tres carreras, luego de siete completas. Grandes labores de pitcheo, para un estadio en donde se dan muchos batazos.
Mayckol Guaipe activado como abridor, recibió jonrón en la segunda entrada de Diego Goris (4), con Oswaldo Arcia en las bases.
El venezolano completó tres buenas entradas y Haros entró mandón, con cuatro sensacionales entradas.
Los Generales hicieron su primera carrera en la segunda ante Rudy Acosta. Carlos Garzón mandó al plato a Jon Kemmer, con un sencillo al izquierdo.
Acosta ya no salió para séptima y entró Ozzie Méndez, quien fue saludado por sencillo de Kemmer.
Moisés Gutiérrez lo avanzó con toque, el emergente, José Carlos Ureña, rodó por el lanzador, pero Garzón conectó doblete, que empató los cartones.
Haros, quien el jueves pasado abrió con Delfines de La Paz en Liga Norte, trabajó cuatro rondas, con cuatro imparables y dos ponches.
Entró Adrián Ramírez en la octava y los Guerreros anotaron tres veces. Con bases llenas y dos outs, Franco conectó un “Texas” al izquierdo, al que no le pudo llegar Ureña y se convirtió en un batazo remolcador de tres carreras.
Pero faltaba la novena. Juan Sandoval (1-3) salió a tratar de salvar.
Daniel Mayora caminó y Kemmer conectó sencillo. Avanzaron en wildpitch y Moisés Gutiérrez los remolcó con imparable.
Keven Lamas avanzó al corredor con rola por tercera y Carlos Garzón, quien se fue de 4-4, atizó otro inatrapable, aprovechado por Gutiérrez para llegar a la antesala.
Jesús Loya empató los cartones con elevado de sacrificio y Kenny Wilson siguió con imparable.
Entonces apareció Salazar, con un tablazo por todo el central, que tapó a Alonzo Harris y el Francisco Villa se convirtió en un manicomio.
Oswaldo Martínez (2-0) fue el ganador.
