Por Fernando Ballesteros
Defensivamente es Ozzie Smith, pero Wagner es probablemente el más completo.
Nacido el 24 de febrero de 1874 en Pensilvania, Honus trabajaba en las minas de carbón con su hermano, cuando un día fue visto tirando piedras en el río Monongahela y así fue contratado por un scout a los 18 años.
Wagner debutó en 1897 con los Coloniales de Lousville y en 1900 llegó a los Piratas de Pittsburgh para ganar el primero de sus 8 títulos de bateo con .381, además de robarse 38 bases.
En 1903 llevó a los Piratas a la Serie Mundial, pero perdieron en 8 juegos contra los Americanos de Boston.
Seis años después llegaría el desquite para Wagner y le supo a gloria, ya que esa World Series fue multi promocionada por enfrentarse los dos mejores peloteros de la época, esto en referencia a su rival Ty Cobb, de los Tigres de Detroit.

‘El Durazno de Georgia’ ya tenía tres títulos de bateo a sus 22 años y quería mostrarle a toda la nación que había un nuevo sheriff en las Grandes Ligas.
Y así se dio una polémica jugada. Cobb le avisó a Wagner que se iría al robo de base y éste lo retó. El catcher George Gibson hizo su disparo a la segunda y Honus recibió para luego bajar el guante con mucha fuerza y poner out a Ty, quien además terminó con sangre en la boca.
Los Piratas ganaron la Serie Mundial en 7 juegos y Wagner bateó para 333 con 6 robos y 6 empujadas como cuarto bate.
Su legado es tan grande que fue elegido en su primera oportunidad para Coopertstown en la primera clase de 1936 junto a Ty Cobb, Babe Ruth, Christy Mathewson y Walter Johnson.
Honus Wagner también sigue en la memoria de los norteamericanos, ya que una cartita suya original alcanzó la subasta record de 7 millones de dólares el pasado 8 de agosto
La tarjeta 7206 de Wagner ha rotó todas las marcas en ventas entre los coleccionistas para cualquier deporte del mundo.