Adrián y Édgar González fueron recomendados en el año 2004, pero Culiacán no los quiso
Por Fernando Ballesteros
Corrían los primeros meses del año 2004….
Los Tomateros de Culiacán habían ganado su segundo campeonato en las últimas tres temporadas en la LMP y un joven llamado Adrián González estaba proyectado para jugar ese año en Triple A de los Rangers de Texas, mientras su hermano Édgar iniciaría en Doble A de la misma organización.
Sin ninguna experiencia en el beisbol mexicano, Adrián y Édgar querían jugar en invierno, por lo cual su padre David (nativo de Navojoa) se comunicó al Club Tomateros para recomendarlos. Sin embargo, el equipo no mostró interés porque buscaba repetir a sus mismos refuerzos y los hermanos González jugarían como extranjeros por haber nacido en EU (reglas de la Liga).
«Hablé con la Gerencia del equipo y no los quisieron», dijo David González a Puro Beisbol en el año 2007.
¡Fue una muy mala decisión! La recomendación llegó a los Venados de Mazatlán y para la edición 2005-2006 el equipo porteño ya tenía bien cubiertas las esquinas del infield con Adrián y Édgar, el primero con el plus de haber conectado ya sus primeros 7 jonrones en Grandes Ligas.
Así llegó enero de 2007: Semifinal entre Venados y Tomateros.
Con la serie empatada 3-3, Adrián González pegó un jonrón contra el abridor cubano Raúl Valdés y enseguida uno decisivo frente a Thomas Melgarejo en el cierre del octavo inning para eliminar a Culiacán en el juego 7.
Los Venados pasaron luego a convertirse en la mejor versión de su historia con seis finales consecutivas, incluyendo la representación de México en la Serie del Caribe Mexicali 2009, donde El Titán ya siendo una estrella de Grandes Ligas, conectó tres jonrones en un juego contra Dominicana.
En cambio, Culiacán pasó 10 temporadas consecutivas –a partir del rechazo a Adrián y Édgar González–, sin llegar siquiera a una final.
Ese ha sido el peor error en la historia de los Tomateros.