Por Rodrigo Robles / @rodrigoroblesb
Andrés Mora Ibarra
Veracruz, Ver., MÉXICO. – “El guante no te dará de comer tanto como lo haría tu bate», ROBERTO «BETO» ÁVILA. –
** TRIGÉSIMO TERCER MEXICANO EN MLB. – Nació en el poblado de Río Bravo, Coahuila un 25 de mayo de 1955, siendo el sexto hijo de 11 que procrearon Don Alfonso Mora y Andrea Ibarra.
Comenzó a jugar beisbol en compañía de sus hermanos y compañeros de la infancia en los alrededores de la escuela primaria a la que asistió, la Escuela «José Garza Montalvo».
Junto con su familia se mudó a Saltillo cuando contaba con 11 años de edad, obligados por un incendio en la fábrica donde trabajan su papá y hermanos mayores. Tres años después estaba enfundado con el uniforme de la Colonia Río Bravo que jugaba en la Liga de Primera Fuerza de la ciudad.
Cuando estudiaba el tercer año en la Escuela Secundaria Nazario Ortiz Garza fue invitado a jugar en el equipo de los Indios Verdes del Seguro Social en la Liga de Otoño de Monterrey junto con sus hermanos Abelardo y Jesús. Ahí fue donde le dio seguimiento Eleazar Galindo para después firmarlo a los 16 años para la organización de los Saraperos de Saltillo que lo enviaron en 1971 a Zacatecas en la Liga del Centro.
Debutó con Saltillo en la temporada de 1972, aunque su actuación fue breve por una lesión en el brazo. Mientras se rehabilitaba fue enviado en invierno a Liga Tabasqueña, ahí fue donde los Expos de Montreal, a través de Roy «Red» Smith, le dieron seguimiento y asombrados por su poder con el bate lo firmaron el 28 de febrero de 1973. Contaba apenas con 17 años de edad.
Ese año de 1973 fue enviado a West Palm Beach de la Liga del Estado de Florida, donde se desesperó, pues solo le dieron oportunidad en ocho juegos, no dio hit y en 21 turnos se ponchó en 11 ocasiones.
Para 1974 regresó a los Saraperos, y en 1975 obtuvo su primer campeonato de jonrones al conectar 35 y producir 109 carreras. Números que no pasaron desapercibidos para Ray Poitevint y Jim Russo, scouts de los Orioles de Baltimore que lo firmaron una vez que culminó la liga el 11 de agosto.
Mora Ibarra inició 1976 con las Alas Rojas Rochester de la Liga Internacional, Clase Triple A. Después de un mes de temporada y con apenas 20 años de edad, fue llamado al equipo grande, haciendo su debut el miércoles 13 de abril en el orden al bate titular, ocupando la posición de Designado en Memorial Stadium. Se fue de 4-1 ante la serpentina de Dock Ellis de los Yanquis de Nueva York en juego que perdieron los Orioles 7-1.
Su primer jonrón en Grandes Ligas lo pegó el sábado 17 de abril, es decir, cuatro días después de su debút, aconteció en el Alameda County Coliseum de Oakland, entró a batear como emergente el séptimo inning ante el serpentinero zurdo Paul Lindblad.
Andrés estuvo presente en el campo de entrenamiento primaveral del primer equipo en 1977, pero antes de iniciar la campaña fue enviado de nuevo a Rochester, en 45 juegos pegó 11 jonrones e impulsó 45 carreras y bateó .301. Por lo que el regresó a Baltimore era obligado y así sucedió en junio de ese año.
Para no variar, después de un spring training exitoso en 1978, fue enviado a Rochester, regresando a Ligas Mayores a mediados de mayo (.2214, 8 HR y 14 CP).
Parecía que 1979 iba a ser el mismo tenor, porque los Orioles enviaron a Mora a Rochester en el penúltimo recorte antes del juego inaugural, sin embargo lo cedieron a Saltillo donde pegó 23 jonrones, produjo 102 carreras y bateó para .344. Estos números hicieron que los Indios de Cleveland lo firmaran el 3 de diciembre.
Arrancó la temporada de 1980 con los Indios, pero después de nueve juegos, decidieron enviarlo a Tacoma, su sucursal Triple A, pero Andrés Mora no aceptó y regresó a México con Saltillo en aquella temporada especial de 1980.
Su último juego en el máximo beisbol del planeta sucedió un seis de mayo contra los Atléticos de Oakland, apenas contaba con 24 años de edad.
Después de eso, Mora ganó dos cetros de jonrones con los Saraperos en 1981 y 1982 con 23 y 25 jonrones, al mismo tiempo que lideró el departamento de carreras impulsadas.
Jugó 13 temporadas con los Tecolotes de Nuevo Laredo y dos más con los Industriales de Monterrey, se retiró del beisbol activo en 1997 a los 42 años de edad.
Fue entronizado al Salón de la Fama del Beisbol Profesional Mexicano el 21 de julio de 2003. Lamentablemente falleció el 12 de junio de 2015.
«Si mi vida va a significar algo, tengo que vivirla yo mismo», RICK RIORDAN en El ladrón del rayo. –
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