AP
ATLANTA — Los Cardenales convirtieron el SunTrust Park en una máquina gigantesca de pinball. Hicieron que la pelota rebotara por todos los rincones del diamante.
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Y cuando los Bravos finalmente sacaron el tercer out de la entrada inicial, estaban ya condenados a un nuevo y descorazonador colapso en playoffs.
San Luis anotó 10 carreras, la mayor cantidad que se haya registrado en la historia durante el primer inning de un juego de postemporada, y apabulló el miércoles 13-1 a Atlanta en el quinto y decisivo juego de la Serie Divisional de la Liga Nacional.
“Fue una locura”, manifestó el dominicano Marcell Ozuna, uno de cinco peloteros que batearon dos veces en la primera entrada. “Tuvimos una buena oportunidad y la aprovechamos”.
Antes de que muchos espectadores se sentaran siquiera en sus butacas, los Cardenales estaban ya virtualmente instalados en la Serie de Campeonato de la Nacional, donde enfrentarán a los Nacionales de Washington en un máximo de siete encuentros, a partir del viernes.