ARLINGTON, Texas (AP)– Desde que Orel Hershiser ponchó a Tony Phillips, de los Atléticos de Oakland, para el último out de la Serie Mundial de 1988, los Dodgers de Los Ángeles han jugado en 5,014 partidos de campaña regular y otros 113 de postemporada en busca de su siguiente gallardete. Han gastado más de 3.690 millones de dólares en sueldos de peloteros a lo largo de 32 campañas.
Un triunfo más y el elusivo séptimo campeonato será suyo.
«Creo que será algo realmente agradable para los peloteros, esta generación», dijo Hershiser el lunes, un día después de que los Dodgers tomaran ventaja de 3-2 en la Serie Mundial de cara al sexto duelo ante los Rays de Tampa Bay.
«Definitivamente es un triunfo generacional para este grupo, y pienso en los Kenley Jansen, en los Clayton Kershaw, los Justin Turner, los muchachos que han estado aquí en todos esos títulos divisionales».
Kershaw obtuvo el domingo su segundo triunfo de la Serie Mundial, y Tony Gonsolin será el abridor el martes ante Blake Snell, quien subirá a la loma por los Rays. El novato derecho busca evitar que la Serie Mundial se vaya a siete juegos por cuarta ocasión en los últimos cinco años.
En caso de que Tampa Bay salga con el triunfo, Walker Buehler sería el abridor del Juego 7 por los Dodgers el miércoles, mientras que Charlie Morton lo haría por Tampa Bay en el último encuentro de la primera Serie Mundial en campo neutral.
Gonsolin abrió el segundo encuentro y permitió el jonrón de Brandon Lowe en el primer inning, retiró apenas a cuatro enemigos y cargó con la derrota en el triunfo de los Rays 6-4. El manager de los Dodgers Dave Roberts dijo que ve al derecho de 25 años como un abridor tradicional con la esperanza que le dé cinco o seis innings.
«Ha demostrado que cuando pasa por buen momento puede retirar a zurdos y derechos. Cuando no lo está, se nota», dijo Roberts. «Creo que para mí, es cosa de dejar que Tony trabaje hasta que ya no sea efectivo como creemos que debe serlo».
Los Ángeles, con la nómina más elevada de Grandes Ligas de 95,6 millones de dólares durante la campaña reducida por la pandemia, ha opacado a los modestos Rays, cuya nómina de 29,3 millones es la 28va entre los 30 equipos de la liga.
Los Dodgers han superado a los Rays en carreras 29-21, en bateo .264 a .228 y en cuadrangulares con 11-8, gracias a una ofensiva encabezada por Corey Seager (.471, dos cuadrangulares y cuatro producidas), Max Muncy (.389 y seis impulsadas) y Justin Turner (.364).
Por el otro lado, el dominicano Manuel Margot (.400), Kevin Kiermaier (.375, dos jonrones y tres impulsadas) y el cubano Randy Arozarena (.333, dos cuadrangulares y tres remolcadas) han producido, mientras que Austin Meadows (.154), Joey Wendle (.133) y Mike Zunino (de 13-0) han quedado a deber. Lowe (de 21-3 con tres vuelacercas y seis producidas) ha sido el mejor ejemplo de todo o nada.
El manager de los Rays Kevin Cash dijo que planea formular su orden al bate para protegerse de una corta salida de Gonsolin y relevistas alternados entre zurdos y derechos. Espera que Snell sea agresivo en el montículo.
«Simplemente no hemos hecho un trabajo suficientemente bueno para establecer que vamos a sacar outs temprano en la cuenta», declaró. «Pero los Dodgers hacen un tremendo trabajo de ver lanzamientos, ir profundo en la cuenta, y no tienen miedo de batear con dos strikes».
URÍAS NO LANZARÁ ESTE MARTES
Por Adam McCalvy/MLB.com
Veintisiete outs. Si los Dodgers pueden anotar algunas carreras, eso es lo que los separa de ganar la Serie Mundial por primera vez desde 1988.
El día libre del lunes le permitió al manager Dave Roberts, el coach de pitcheo Mark Prior y el resto del alto mando de Los Ángeles armar el plan de pitcheo para el Juego 6 la noche del martes, cuando los Dodgers volverán a ser el equipo de casa.
Lo que se sabe con certeza hasta ahora es que Tony Gonsolin hará una apertura en el sentido más tradicional, a diferencia de su salida de cuatro outs en el Juego 2 el pasado miércoles y con mucho más tiempo para prepararse.
Lo que no sabe es precisamente cómo va a manejar su relevo Roberts después de que Gonsolin salga del encuentro, y particularmente quién sacará los últimos tres outs si el juego está cerrado.
“La mentalidad es que vamos a hacer todo lo que podamos para ganar el Juego 6, sabiendo que tenemos a Walker (Buehler) abriendo el Juego 7”, dijo Roberts. “Más allá de Walker, Julio (el mexicano Urías) y obviamente Clayton (Kershaw), todo el mundo está disponible”.
Urías abrió el Juego 4 el sábado y Kershaw ganó el Juego 5 el domingo, por lo que no estarían disponibles sino hasta un potencial Juego 7 el miércoles como relevistas. Buehler ha podido ser una opción para abrir el Juego 6 con menos descanso que el habitual, pero los Dodgers decidieron no tomar esa ruta. No va a lanzar el martes, reiteró Roberts.
“Tenemos garantizado, en el peor de los casos, un Juego 7”, dijo Roberts. “Así que no tiene sentido para Walker. No lo ha hecho (lanzar con tres días de descanso). Está el asunto de la ampolla con la que hemos venido lidiando. Todo eso lo analizamos”.
Si los Rays obligan un Juego 7, Buehler lanzará con su descanso normal el duelo de vida o muerte.
Cómo utiliza Roberts su bullpen dependerá obviamente cómo se desarrolla el juego y el manager tampoco aseguró que Kenley Jansen será el hombre del noveno inning. Jansen no lanzó el domingo en el Juego 5 luego de lanzar en días seguidos viernes y sábado, cuando no pudo mantener la ventaja de los Dodgers en la eventual derrota ante los Rays.
Jansen, tras la pesadilla del cierre del Juego 4, apuntó que sólo permitió dos sencillos sin mayor fuerza, uno ante Kevin Kiermaier a bate partido y el otro una línea suave de Brett Phillips que puso fin al encuentro gracias a dos errores de los Dodgers. Jansen insistió en que no ha perdido la confianza.
“En el Juego 6”, dijo Roberts, “Kenley estará listo para lanzar en situaciones importantes”.
Blake Treinen fue el encargado de cerrar el Juego 5, labor que hizo sin mayores dificultades.