Associated Press
NUEVA YORK — Una apertura desastrosa de Luis Severino. Decisiones cuestionables del manager Aaron Boone. Sus temibles bates silenciados.
Como la neblina que cubrió su estadio la noche del lunes, el juego de los Yanquis se diluyó ante la agresividad de los Medias Rojas de Boston, incluido Brock Holt, quien protagonizó una noche impresionante al batear para el primer ciclo en la historia de la postemporada.
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